La compañía Applus+, que participa como empresa colaboradora en la sexta edición de Expoenergea, cuenta con herramientas de inspección aérea, como su flota de drones, que le permite realizar inspecciones termográficas a los paneles solares de las plantas fotovoltaicas de nuestros clientes.
La realización de inspecciones periódicas no solo hace posible encontrar posibles daños materiales, sino que también ofrece la oportunidad de detectar los patrones de deterioro de los activos, lo que permitiría adoptar medidas preventivas para gestionar la integridad de los mismos.
El pasado verano, el equipo del departamento Eléctrico de Applus+ de la zona Noroeste tuvo la oportunidad de realizar una inspección termográfica mediante RPAS en una planta fotovoltaica ubicada en Córdoba en la que ya había participado la empresa previamente durante su puesta en marcha.
Realizando un mantenimiento periódico es posible corregir defectos que pueden afectar a la producción de la planta, como es el caso de un fallo en un diodo. Por otra parte, como indican desde Applus+, si cada cierto tiempo se realiza un mantenimiento, es posible obtener un histórico de datos dónde ver su evolución y adelantarse a los fallos. Las pérdidas de producción no siempre son debidas a la disminución de las horas de sol, y es por ello que es tan aconsejable realizar un mantenimiento de forma periódica.
Es tan importante el trabajo de campo como el proceso en oficina y examinar cada termograma uno a uno para poder determinar el gradiente de temperatura de cada defecto teniendo en cuenta las condiciones climáticas del momento de cada termografía.